Una de las claves del coaching es enseñar a las personas a centrarse en lo que pueden controlar. En lugar de preocuparse por todas las posibles amenazas, el coaching ayuda a identificar acciones concretas y efectivas que se pueden tomar para estar preparados, sin caer en la paranoia.
- Identificación de prioridades: ayudando a las personas a identificar qué aspectos de su vida y entorno pueden controlar. Esto incluye desde la gestión del tiempo hasta la organización de tareas diarias.
- Reducción del estrés: Al centrarse en lo controlable, se reduce el estrés y la ansiedad. Las personas aprenden a dejar de lado las preocupaciones innecesarias y a enfocarse en soluciones prácticas.
- Empoderamiento personal: Este enfoque nos hace sentirnos seguros, dándonos una sensación de control y capacidad para enfrentar desafíos.
El coaching no solo se centra en el aspecto emocional, sino también en el desarrollo de habilidades prácticas. Esto puede incluir la planificación y organización de recursos, la mejora de la toma de decisiones bajo presión y la creación de planes de acción claros y efectivos.
- Planificación y Organización: Enseña técnicas de planificación y organización que ayudan a gestionar mejor los recursos y el tiempo. Esto es crucial para estar preparados ante cualquier eventualidad.
- Toma de decisiones: Aprender a tomar decisiones bajo presión es una habilidad esencial que se desarrolla a través del coaching. Esto incluye evaluar opciones, considerar consecuencias y elegir el mejor curso de acción.
- Creación de planes de acción: Un coach ayudará a su coachee a crear planes de acción claros y efectivos. Estos planes proporcionan una hoja de ruta para alcanzar objetivos y enfrentar desafíos de manera estructurada y eficiente.
En resumen, el coaching ofrece un enfoque equilibrado que combina el control de lo que podemos manejar con el desarrollo de habilidades prácticas. Esto no solo nos prepara mejor para enfrentar las incertidumbres de la vida, sino que también nos empodera para vivir con confianza y resiliencia.
Y ¿tú, controlas o descontrolas?