Cuando tenemos una pérdida, bien
sea de la vida de una persona allegada o de una mascota, de un bien, de una
situación, es cuando pasamos por un duelo. Es decir, tendremos momentos de sufrimiento
personal al ser conscientes de que ya no volveremos a ver y estar con esa
persona, mascota, enser o situación. El duelo también se sufre cuando cambian
las situaciones cotidianas como puede ser romper con una pareja, con tu trabajo, suspender un examen, perder tu casa, …
Alguien me decía que no sabía
cómo afrontar el duelo por la pérdida de su mascota porque lo estaba pasando
muy mal, tanto física como emocionalmente, y sus amigos no le entendían.
El duelo es algo muy personal,
cada uno lo afronta de forma diferente y necesita su tiempo para superarlo. En unos casos el tiempo será más corto y en otros más largo; en unos más intenso y en otros más ligero. El
duelo que significa dolor en latín, es el proceso por el que pasa una persona
ante una pérdida de alguien o algo, y el proceso que lleva consigo de los cambios que irán ajustándose para acomodarse a la nueva situación.
El dolor (dolores de cabeza, por ejemplo) es algo físico y el sufrimiento, es emocional. A veces el duelo lleva ambos componentes. El dolor no se elige y el sufrimiento que surge ante la pérdida, hemos de ser capaces de gestionarlo para seguir avanzando.
Quizás viendo la gráfica del duelo,
sirva para ayudar a comprender los estados por los que se pasa en un proceso de duelo. Indicar que los procesos de duelo son algo natural que pasan y que de ellos se sale más fuerte y con un aprendizaje, sin que quede en el olvido la pérdida.