(Artículo publicado en el Boletín Educaweb)
Hace cinco años cuando pasé por un momento complicado de mi vida, comprendí que me estaba faltando algo para alcanzar mi bienestar. Fue entonces cuando descubrí el Coaching y fue entonces cuando vi sus grandísimas posibilidades en la Educación.
Si hablamos de nuevas herramientas para la Educación, tenemos que hablar de Coaching. Por ello, lo primero que debemos saber es qué es, para luego saber dónde aplicarlo y quiénes se pueden beneficiar de este proceso.
Así, el término Coaching (vocablo inglés) lo utilizamos para denominar en español, a este método de aprendizaje que sirve para desarrollar todo el potencial que llevamos dentro. Un potencial que nosotros mismos frenamos por las creencias y juicios que tenemos y que nos limitan en nuestro desarrollo. A través del Coaching se abren posibilidades allí donde antes sólo veíamos obstáculos.
Para ponerlo en práctica necesitamos contar con un Coach (el profesional que acompaña a quienes quieren alcanzar lo mejor de sí mismos). Un coach es la palabra inglesa para designar a quien sabe enseñar a ver lo que está delante y no vemos. Con el Coach, y a través de preguntas inoportunas que nos realiza, nos replanteamos cosas que antes ni siquiera habíamos pensado. A través del acompañamiento del Coach podremos llegar hasta donde queramos y seremos conscientes del potencial que todos llevamos dentro y que hoy desconocemos.
La definición que da la ICF (International Coaching Federation) dice que el Coaching profesional es una relación profesional continua que ayuda a las personas a producir resultados extraordinarios en sus vidas, carreras, negocios u organizaciones. Mediante el proceso de Coaching, las personas profundizan en su aprendizaje, mejoran su rendimiento y alcanzan una mayor calidad de vida.
El Coaching nos hace ser conscientes de las dificultades que tenemos y nos permite que aflore el líder que llevamos dentro, a través de un sólido desarrollo de nuestro talento. No es una ciencia, sino un método basado en la filosofía que permite el conocimiento del ser humano desde la comprensión del lenguaje.
Este proceso de transformación se adquiere, bien por medio de sesiones individuales de Caoching, bien mediante cursos en Habilidades de Coaching.
Sabemos que la Educación que es el pilar del desarrollo social y económico de un país, debe garantizar la igualdad de oportunidades para todos, asegurar la cohesión de la sociedad, garantizar la competitividad e imponer el dinamismo. Precisamente el Coaching adquiere en este contexto una importancia esencial: el de ser la herramienta que proporciona crecimiento y desarrollo, mejorando el rendimiento y consiguiendo resultados extraordinarios.
Para ser efectivos, el Coaching debe llegar a los tres ámbitos que conforman la Educación: alumnos, profesores y padres. Así, con los alumnos se desarrollan competencias como el compromiso, el respeto, el esfuerzo, la excelencia que permitan mejorar los resultados; a los profesores, les facilita adquirir habilidades para la gestión de personas, de forma que transmiten valores desde la puesta en práctica con sus alumnos, interactuando de una forma más efectiva; y a los padres, porque diseña modelos de conversaciones efectivas con los hijos.
Uno de los principales problemas que tenemos los seres humanos es la falta de comunicación eficaz, el escaso desarrollo de las habilidades relacionales y la asunción de las creencias que nos limitan. Cuando se trabajan los valores como confianza, coherencia, compromiso, y responsabilidad, las personas somos capaces de alcanzar los objetivos que nos proponemos.
Toda persona, y concretamente todo alumno, hace sus tareas, sus esfuerzos y sus relaciones todo lo mejor que sabe, pues nadie pretende hacer las cosas mal adrede y menos aquellos que desean destacar entre los suyos, pudiendo ser el referente del grupo. Sin embargo, cada uno de nosotros cuando nacemos, por el hecho de nacer en un entorno determinado, nos marca nuestro desarrollo, nos ofrece unas posibilidades de aprendizaje distintas a las de otras personas. A esto hay que sumarle otros factores que nos influyen y que nos hacen impulsar o frenar la capacidad de aprendizaje.
Desde que nacemos estamos en continuo aprendizaje y poco a poco vamos construyendo nuestro desarrollo en la dirección que elegimos. El no tomar decisiones es también una elección. Dependerá de cada uno de nosotros el que evolucionemos o que simplemente vayamos cumpliendo años.
El reto del Coaching se explica con una metáfora: es como si quisiéramos subir una montaña con los ojos tapados… y alguien, desde un helicóptero, y por tanto con un punto de observación diferente al nuestro, (nuestro coach) nos fuese haciendo preguntas para que nosotros vayamos averiguando a través de nuestras respuestas, la dirección en la que se encuentra nuestro objetivo. El coach nos abrirá nuevos espacios y posibilidades frente a nosotros y nos hará capaces de ver los recursos con los que contamos y el camino que nos llevará a conseguir la cumbre, nuestro objetivo.
La sociedad, en general, y padres y educadores, en particular, tenemos la obligación de motivar a los alumnos y proporcionarles las herramientas para desarrollar todo el potencial que llevan dentro. A través de la formación en Habilidades, concretamente a través del Coaching, somos capaces de conseguir todo aquello que nos propongamos.
Aprender a conocerse es esencial para profundizar en las competencias que tenemos y a partir de ahí a poder y/o querer ejercitar las habilidades que las transforman en hábitos. Ser capaces de pasar de un estado de incapacidad, de estancamiento, a un estado de acción, desarrolla el potencial de la persona, transformándola en proactiva.
Entonces, en el proceso comprobaremos y seremos capaces de entender a los otros, y de gestionar, de la forma más respetuosa y efectiva, la relación con los demás.
Podemos decir que el primer Coach fue Sócrates, el filósofo griego, nacido 470 años antes del nacimiento de Cristo. Él practicaba a través de la mayéutica, el diálogo, al igual que lo hacen los coaches, para llegar al conocimiento y a partir de ahí llegar a conocimientos más profundos desarrollando nuestra personalidad.
Decía antes que nadie hace mal las cosas para ser el peor, simplemente o no sabe que las está haciendo mal o es lo único que sabe hacer. Trabajar los valores como confianza, coherencia, compromiso, responsabilidad, es ser capaz de alcanzar los objetivos que nos propongamos, ya seamos alumnos, profesores o padres.
Uno de los proyectos en los que estoy últimamente trabajando y tengo mucha ilusión, es en facilitar Coaching a los niños con problemas de aprendizaje. A través de herramientas como el Coaching y la PNL, ellos serán capaces de saber hacia dónde quieren ir, cuáles son las herramientas con que cuentan y dónde sabrán buscarlas.
Mi objetivo como Coach es ayudar a otros a mostrarles el líder que llevan dentro y ser capaces de conseguir todo aquello que se propongan en la vida. Todos somos capaces, únicamente tenemos que confiar en nosotros mismos, de descubrir cuáles son las herramientas con las que contamos para garantizar las oportunidades de desarrollo, excelencia y éxito.