Artículo publicado IV Congreso TC, 7 y 8 marzo 2008. Palma de Mallorca Ana Embid Segura / Borja Milans del Bosch y de Oliva
Cuando decimos aprendizaje, lo decimos porque el Coaching es una forma de aprendizaje y desde el momento que estamos inmersos en algo diferente a lo que estamos acostumbrados, nos encontramos en un proceso de formación. Todo aprendizaje necesita de la prueba y del error. Sin error no hay aprendizaje, sin errores no reflexionamos, no incorporamos a nuestro ser “el aprendizaje”. El miedo al error es lo que nos paraliza y nos impide desarrollarnos como personas, el miedo bloquea lo que somos, “una permanente y continua posibilidad de ser”. Para alcanzar nuestro nuevo objetivo, tenemos que arriesgarnos, tenemos que probar, tantas veces como sea necesario, desde tantas perspectivas y puntos de vista, como seamos capaces de visualizar, hasta descubrirlo y lograrlo. Una vez alcanzado, razonamos y valoramos nuestro hallazgo, e incorporamos el aprendizaje a nuestro ser.
Cuando encontramos ese nuevo paradigma, damos con el “click” o “descubrimiento” que nos permite modificar nuestros patrones mentales o incluso incorporar uno nuevo. Estos nuevos patrones mentales nos habilitan a expansionarnos y desarrollarnos, siendo capaces de distinguir y desarrollar nuevas formas de comportamiento. Es entonces cuando habremos dado un paso fundamental en el crecimiento como personas, habremos “expandido nuestra capacidad de acción efectiva”.
Los coaches no somos psicólogos, no somos terapeutas, no somos mentores, ni somos maestros, no aconsejamos, no juzgamos, …, nos limitamos a abrir posibilidades de acción, todo ello desde los pilares que sustentan toda relación de coaching: considerar perfecto y completo al individuo para desarrollar su capacidad de generar contexto, aceptación, generosidad, confianza, sinceridad y nivel de compromiso con su propia persona.
No necesitamos conocer en profundidad la actividad, profesión o el rol de la persona a la que vamos a “acompañar” porque en ningún momento vamos a valorar su trabajo, lo que vamos a hacer es facilitarle el descubrimiento de las herramientas necesarias para que cada uno construya un nuevo método de accionar en su propia vida. Los coaches somos personas con formación superior, pero lo que realmente nos hace ser coaches, se debe, además de, a la formación rigurosa que hemos adquirido del programa homologado por la ICF (International Coach Federation), a la experiencia que aportamos cada uno de nosotros, como seres humanos y que, como coaches, nos capacita para mostrar a los demás enfoques y perspectivas nuevas, concibiendo el entorno como un mundo lleno de posibilidades, un mundo abierto para el aprendizaje y el crecimiento.
Por medio de preguntas certeras, reformulaciones, parafraseos, interpretaciones y el compartir de sensaciones e intuiciones, el coach muestra en una acción de espejo o reflejo gran parte de la forma de ser, pensar, actuar, reaccionar y accionar que el individuo tiene ante su propia vida. En este contexto, la persona tiene la gran oportunidad de “re-conocerse” (volver a conocerse), de descubrir sus puntos de ceguera personal (aquello que le falta ver de sí mismo) y con ello explorar nuevas formas de desenvolverse o actuar, siempre desde un punto de vista más objetivo o simplemente distinto. Este cambio de “observador” le permite aproximarse, con otra perspectiva, al problema, dificultad o reto al que se esté enfrentando. Estamos entrenados para poner luz en aquello que le hace falta al protagonista para conseguir sus objetivos, para ser asertivo, es decir, estamos entrenados en facilitar el proceso de reflexión para que el protagonista complete el proceso de toma de decisiones de forma eficaz y eficiente para sí mismo.
El Trastorno de Comportamiento y el Coaching
En el caso del Trastorno de Comportamiento deseamos mostrar a los tres ámbitos que se encuentran implicados, menores, padres y educadores, nuevas herramientas de apoyo. El trastorno de comportamiento, es definido por el proyecto Esperi, como “un trastorno antisocial que vulnera los derechos de las otras personas, así como, normas de convivencia y/o reglas socialmente aceptadas para su edad, siendo estos comportamientos inimaginables por personas cercanas al individuo sintomático, lo que provoca un deterioro progresivo y significativo en el ámbito interpersonal, relacional y laboral”. Es decir, acompañamos a los menores, a sus educadores y a sus familias, a que vean y experimenten otra forma de entender la misma situación, para mostrarles que el trastorno de comportamiento, además de ser tratado desde el punto de vista psicológico, e incluso psiquiátrico, se puede abordar desde el Coaching, como una vía para el desarrollo y crecimiento como personas. Estamos asistiendo a estas personas a que se re-descubran a sí mismos en el proceso de aprendizaje.
Los coaches
A través de preguntas certeras, el coachee o protagonista descubrirá, por sí mismo, los caminos y oportunidades que se le abren.
Los coaches, partimos de la base de que, salvo patología declarada, toda persona es plena, completa y tiene un talento por descubrir. El coaching no se basa en la psicología, sino en la filosofía y concretamente en la Ontología, es decir, en la rama de la filosofía que estudia la comprensión del ser. Así, pues, el Coaching Ontológico, es un la disciplina que permite el conocimiento del ser humano desde la comprensión del lenguaje.
A través de preguntas sobre sus creencias, valores y principios, el protagonista se descubre y se ubica, se encuentra, y se va posicionado en este mundo de forma diferente a cómo se veía, viéndose ahora ante un mundo de posibilidades que antes era incapaz de entender porque su modelo mental se convertía en un problema que le bloqueaba y le impedía ver más allá de su “bloqueo”. Sin embargo, si somos capaces de abstraernos del problema y verlo desde otro enfoque o perspectiva seremos capaces de ver la cantidad de posibilidades de acción que podemos llevar a cabo para conseguir nuestro objetivo. Todo un descubrimiento. Todo un Tesoro.
El Precursor del Coaching.
Podríamos decir que Sócrates fue el primer coach ya que a través de las preguntas que hacía, facilitaba a sus discípulos el camino para encontrar su propia respuesta, su propio crecmiento y su propio rumbo. Este sistema de aprendizaje dio resultados extraordinarios en sus pupilos y propició importantes crecimientos en las personas que se acercaban a él a aprender.
El aprendizaje en los menores.
No es lo mismo que te enseñen unos conocimientos, a que tú los incorpores por reflexión propia, de forma natural. Es igual que cuando a los niños se les habla de valores. De nada sirve comunicarlos verbalmente, sino no son vividos en primera persona por aquellos que educan y se relacionan con los menores: maestros, educadores y familia, trasmitiéndolos de una forma natural, donde el niño los incorpora por aprendizaje de imitación.
Otra forma de aprendizaje de un niño es la lógica y la acción. Cuando, por ejemplo, a un niño pequeño se le pone varios artículos delante y se le pide que nos traiga un barómetro, … seguro que el niño nos mirará de una forma extraña preguntándose de qué le estamos hablando, o nos preguntará, simplemente, qué es un barómetro. Sin embargo, si a un niño le pones delante objetos conocidos como un balón, un oso y, le incorporas, un barómetro … al pedirle el barómetro, por lógica, descartará los objetos conocidos y deducirá que el barómetro es el objeto que queda.
De esta forma incorpora a su ser este nuevo aprendizaje. Ahora, una vez que su cerebro ha sido capaz de hacer esa distinción, siempre que le presenten un barómetro, será capaz de distinguirlo.
Ya sabemos que es un método de aprendizaje pero, ¿cómo se utiliza?
El coaching lo definimos como el arte de ayudar a una persona a descubrir nuevas oportunidades de mejora, a través de la conversación y el aprendizaje. Como dice Leonardo Wolk, “por medio del coaching trabajamos en expandir nuestra capacidad de acción efectiva”. Ayuda a potenciar las habilidades y el desarrollo humano de la persona así como el fomento de las relaciones interpersonales, la mejora del desempeño y la actitud hacia el entorno social.
Un coach facilita el proceso de desarrollo y crecimiento del individuo, cualquiera que sea su ocupación o rol en la vida (Ejecutivo, estudiante, deportista, político, formador, escritor, particular, cuidador, médico, educador, …) y nosotros, un grupo de coaches, entre los que nos encontramos Borja y yo, nos hemos comprometido y empeñado en trasmitir ésto tan sencillo, al ámbito del menor y a todo lo que está relacionado con él.
Os preguntaréis qué tendrá que ver un ejecutivo, deportista, un político o un educador, con un niño …, ¡pues todo!. Todos somos personas, todos somos seres con un potencial tremendo por descubrir que, en el caso de los niños, da muchas más satisfacciones que en los adultos. Por lo menos para nosotros. No sé si ésto es debido a nuestro perfil de padres, de educadores o al empeño de trasmitir a las nuevas generaciones este Tesoro que hoy compartimos con vosotros; porque tened la seguridad que os vamos a mostrar otra forma de percibir la vida y de ver posibilidades donde antes ni os imaginabais que existían. Espero que este Tesoro que hoy os mostramos, el Coaching, lo sintáis como un mundo de posibilidades. Este es nuestro regalo.
En Coaching trabajamos en tres ámbitos: el lenguaje, la corporalidad y la emoción, que van íntimamente ligados y entrelazados entre sí. Los coaches trabajamos los tres ámbitos con la misma intensidad, pero es el lenguaje desde el que podemos hacer cambiar nuestra posición ante los hechos. Si yo os pregunto ¿sabéis qué es lo que más hacéis en la vida?, ¿en qué empleáis más tiempo? (Y no me vale respirar) …. seguro que me contestáis dormir, trabajar, comer, …depende de cada uno y, tenéis razón, sin embargo lo que más hacemos todos es hablar, dialogar… Y cuando digo hablar no me estoy refiriendo a mantener conversaciones con otras personas, me refiero a … mantener conversaciones, con otras personas y con nosotros mismos. Nos pasamos el día pensando, maquinando, discutiendo, razonando y sacando conclusiones. Desde el Coaching este tipo de conversaciones personales internas que arrastramos desde que nos levantamos, sin pasar por alto las conversaciones de nuestros sueños, son lo que llamamos nuestra radio interna. Por lo general, es una fuente de dispersión y falta de atención.
Los coaches nos entrenamos para bajar, incluso apagar, esa radio interna que tenemos todos y que nos está llevando continuamente al enjuiciamiento y etiquetado de todo lo que nos rodea. Cuando alguien nos habla, o nos trasmite algo, los coaches estamos presentes, siendo conscientes de lo que nos dicen. Lo hacemos por nosotros mismos y para poner el primer y, más principal, ingrediente de la comunicación, la escucha.
Como personas, nuestras conversaciones están llenas de afirmaciones, juicios, opiniones, creencias, etc. y es el Coach, como acompañante, el que escucha, explora, empatiza, observa y descubre las creencias, los juicios y los valores que limitan o impulsan al protagonista. El coach debe apoyar, estimular e invitar a la reflexión y a la acción. Debe detectar lo que le falta a su interlocutor y permitir que intervenga, por razonamiento y decisión propia, para alcanzar así los resultados. Hay quien dice que el Coach es un provocador, nosotros diríamos que actúa como un catalizador.
El Coaching Ontológico se apoya sobre premisas, como:
• Nadie está en posesión de la verdad. El mundo que hemos creado es producto de nuestra forma de pensar (Einstein).
• Las personas no hacen las cosas mal adrede: no saben que las hacen mal o desconocen cómo hacerlas mejor.
• Las personas pueden cambiar: todo el mundo puede cambiar su actitud.
• Todo individuo lleva dentro un talento que espera ser revelado.
¿Para qué nos sirve el Coaching en un TC?
• Para conocer otras formas de aprendizaje desarrollando el potencial y cambiando las creencias limitantes, por otras impulsoras
• Para tener las herramientas adecuadas para diseñar un mundo de posibilidades.
• Para descubrir y potenciar las habilidades latentes que toda persona tiene.
• Para desarrollar actitudes positivas y valores, como el respeto, la confianza y el compromiso, con uno mismo y con el entorno social.
• Para combatir problemas como el fracaso escolar, acoso (bullying), agresiones, baja autoestima, desde otra perspectiva.
• Para aumentar el rendimiento escolar, profesional; ayudar a gestionar vuestro tiempo y vuestras prioridades.
• Para facilitar la motivación, reforzar la autoestima y mejorar las relaciones interpersonales.
¿Quiénes pueden beneficiarse del coaching? En el ámbito que nos encontramos: menores, padres y educadores. Los menores para que descubran que existen otras formas de accionar en la vida; los educadores para reforzarles en su labor diaria, ofreciéndoles las herramientas necesarias y, las familias, para ambas cosas, para conocer que hay otras formas de accionar en la vida y para ofrecerles esas herramientas que les permita emprender acciones que les guíen en su futuro.
¿Cómo?
Mediante talleres de formación en Habilidades de Coaching donde se les explica las habilidades a los tres ámbitos por separado.
Mediante sesiones individuales de coaching.
Con ejercicios de teambuilding, que consisten en actividades que se desarrollan fuera del ámbito de trabajo o estudio, participando de forma lúdica en conseguir un objetivo común, compartiendo y trabajando en equipo. A través de estas prácticas comprobamos cómo nos necesitamos los unos a los otros y lo lejos que podemos llegar juntos.
¿Qué conseguimos?
Facilitar el aprendizaje de nuevas formas de accionar en la vida y así conseguir los objetivos que nos marcamos. Sacar lo mejor de nosotros mismos, mejorar el rendimiento, ser más eficaces en la toma de decisiones, y aumentar de la capacidad adaptación.
Como os decíamos en un principio, el Coaching es un Tesoro. En él tendréis una brújula que será de gran ayuda para elegir vuestro propio rumbo. Nosotros, hoy, os hemos mostrado de una forma sencilla qué es Coaching y lo que podéis conseguir con él. Esperamos que os sea tan satisfactorio como para que lo queráis compartir y disfrutar. Nosotros desde nuestro humilde conocimiento disfrutamos de momentos como éste.