Estamos en septiembre. Y por una razón de hábitos, procedente de cuando empezábamos el curso escolar, tendemos a plantearnos nuevos objetivos, nuevos útiles, nuevas experiencias, .. en esta época del año. Después de las vacaciones veraniegas es cuando necesitamos diseñar los nuevos propósitos, y es cuando la publicidad nos invade con las nuevas colecciones.
Para llegar a alcanzar nuestros nuevos propósitos, es importante que seamos conscientes de las cinco etapas que recorreremos:
• Información y motivación
• Imaginación
• Puesta en acción
• Cumplimiento de los objetivos
• Celebración
Todo planteamiento nuevo procede de una información que ha llegado a nosotros de una forma providencial, leyendo, mirando un anuncio, alguien que nos haya contado algo, una sensación que hemos sentido…, A partir de aquí provoca que prestemos una atención especial poniendo todas nuestras alertas a buscar o encontrar cualquier cosa que tenga relación. Pongamos dos ejemplos de nuevos objetivos: Imaginemos por un momento que vemos, oímos o sentimos, que dejar de fumar es bueno para nuestra salud; o si tuviese el carnet de conducir me daría más independencia. La razón que nos hará alcanzarlo será la motivación que se irá haciendo mayor en todo el proceso hasta lograrlo.
Para conseguir todo propósito, sea dejar de fumar o sacarse el carnet, comprarse una casa, un bolígrafo, hacer un curso nuevo, (lo que sea por insignificante que parezca), hemos de imaginarnos, tanto en el proceso de conseguirlo, como una vez que lo hayamos conseguido, viéndonos dónde estamos, con quién estamos, qué hacemos, qué oímos, y qué sentimos. Échale imaginación y sube todos los peldaños de tu escalera ficticia para alcanzar tu objetivo.
La puesta en acción es la más compleja pero la más satisfactoria, porque todo, todo en la vida necesita de un esfuerzo y solamente el hecho de planificar, crear, y ponerse a ello, genera en nuestro cerebro una sensación que activa la segregación de serotonina. Con esta sustancia sentiremos una sensación de bienestar, relajación, mayor autoestima y concentración. Esto provocará aumentar la motivación que nos hará sentir el objetivo más cerca.
El plazo de los tiempos para cumplir nuestro objetivo, dependerá de la magnitud del mismo. Puede ser algo que se alargue en el tiempo, como puede ser aprobar el carnet de conducir o puede ser simplemente tomar la decisión de dejar el hábito de fumar, y cumplir nuestro compromiso.
Toda meta alcanzada hay que celebrarla para dar por terminado el proceso. Así nuestro cerebro cada vez que se proponga un nuevo aliciente sabrá de la doble recompensa: la de alcanzarlo y la de la celebración.
¿Qué te has propuesto para este curso? Piensa en los pasos para conseguirlo y disfruta cada peldaño que subas.