Para alcanzar los resultados que se desean en el estado físico y emocional. ¿Cómo? a través de cambios en los hábitos y en la nutrición.
En el Coaching Nutricional, al igual que en el Deportivo -y a diferencia del Coaching Ontológico-, se necesita de una monitorización y una motivación por parte del coach hacia quién desee realizar cambios en su estado físico o emocional. Es decir, el coach estará pendiente en todo momento de comprobar que los compromisos del coachee/paciente son aceptados y trabajados para alcanzar lo que desea. El coach será el Pepito Grillo.
Se sustentará en una conversación entre coachee y coach, donde el coach examinará las emociones, las creencias y los puntos ciegos que le impiden lograr los objetivos, identificando y generando nuevas opciones de mejora, nuevas oportunidades, nuevas reflexiones, nuevos cambios de ACTITUD. El coachee/paciente definirá su objetivo, asumirá su responsabilidad, su actitud estará basada en el compromiso, la toma de conciencia y en las indicaciones que le facilitará el nutricionista.
¿Te animas?